Ana Botella, la nueva alcaldesa de Madrid, pretende suplir con "voluntarios civiles" puestos de trabajo remunerados que la alcaldía destruyó "para ahorrar gastos", pero sin ver un euro. La medida serviría para que la ciudadanía pueda seguir beneficiándose del uso de las infraestructuras públicas que han sido cerradas por falta de medios. Eso sí, atendidas por "voluntarios" que se encargarían de estas funciones sustituyendo a quien antes cobraba por desempeñarlas. Todo por amor al arte y al prójimo. "Si en los presupuestos de cualquier proyecto se olvida la parte fundamental, que son las personas que lo harán posible, ese proyecto está viciado y convertiría a los voluntarios sociales en cómplices de una injusticia social", afirma José Carlos García Fajardo, profesor emérito de la UCM.
Fuente: http://www.elpais.com/articulo/sociedad/Complices/injusticia/social/elpepisoc/20120130elpepisoc_2/Tes
Víctor Martínez González
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