El Parlamento israelí ha aprobado una ley que recrudece hasta lo inhumano las medidas contra aquellos que entren ilegalmente en el país. La norma permite que los inmigrantes en situación irregular permanezcan detenidos durante tres años sin ser juzgados, una gran diferencia frente a los 60 días que autorizaba la anterior legislación. Inicialmente, el edicto se aplicaría a supuestos terroristas; sin embargo, el Estado de Israel ha querido ir mucho más lejos e incluir en éste a los solicitantes de asilo.
El presidente del Parlamento, Reuven Rivlin, ha expresado a Netanyahu su negativa ante esta demencia: "Acabaréis en Ginebra. No podemos aprobar cualquier cosa porque tendremos que enfrentarnos al mundo".
Yasmina Mitrovic Arenal
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